LOS BOSQUES NECESITAN PROTECCIÓN, SON LOS MEJORES ALIADOS FRENTE AL CAMBIO CLIMATICO

Objetivo del Año Internacional de los Bosques

El Año Internacional de los Bosques pretende llamar la atención de todos los ciudadanos del mundo durante 2011. Su objetivo es aumentar los esfuerzos de recuperación y conservación de las masas arbóreas mundiales y recordar que son parte esencial del desarrollo sostenible del planeta, gracias a los beneficios económicos, socioculturales y ambientales que proporcionan.

Sus responsables realizarán a lo largo de todo el año diversas actividades para implicar a instituciones, empresas y ciudadanos y llamar la atención sobre las mayores amenazas que sufren los recursos forestales.

Se promoverán iniciativas para aumentar la ordenación sostenible, la conservación y el desarrollo de todo tipo de bosques, incluidos los árboles fuera de ellos. Además, se intercambiarán conocimientos sobre estrategias que han frenado la deforestación y la degradación forestal.

Con esta edición, será ya la segunda que los bosques son protagonistas de un Año Internacional: en 1985 el Consejo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió a sus Estados Miembros que tomaran conciencia de la necesidad de proteger esta parte esencial de la naturaleza.

Por qué hay que proteger los bosques

Según estimaciones de la FAO, cada año desaparecen más de 13 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo, una superficie equivalente a la cuarta parte de la península Ibérica. Los expertos señalan diversas causas, todas ellas provocadas por los seres humanos: la sobreexplotación y la tala ilegal, la conversión a tierras agrícolas y ganaderas, la recolección insostenible de la madera, la gestión inadecuada de la tierra, la creación de asentamientos humanos, las explotaciones mineras y petrolíferas, la construcción de embalses y carreteras, las especies invasoras, los incendios forestales, los cultivos para agrocombustibles, la fragmentación de los ecosistemas o la contaminación atmosférica.

Mención aparte merecen los bosques vírgenes conservados en su estado original, que desaparecen a gran velocidad en todo el mundo. Conocidos como bosques primarios, cubren un 10% de la superficie terrestre, aunque se estima que cada año se pierden o modifican unos seis millones de hectáreas. La organización ecologista Greenpeace asegura que solo se conservan el 20% de los bosques primarios originarios, que el 80% ya se ha destruido o alterado y que el 20% restante está en peligro. Por su parte, los árboles singulares, algunos con más de mil años de edad o del tamaño de un rascacielos, tampoco disfrutan de una mejor situación.

En España, la mitad de la superficie forestal está desarbolada y la actividad humana amenaza la calidad biológica de los bosques que perviven.

Así lo señala el informe «Los bosques que nos quedan. Propuestas para su restauración», elaborado por expertos de la organización conservacionista WWF y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

Los bosques son mucho m ás que madera. Más de 1.600 millones de personas en los países más pobres del mundo sobreviven por los alimentos, los materiales, el agua o las medicinas que consiguen gracias a ellos. Algunos son pueblos indígenas únicos en peligro de desaparición. Además, son el hogar del 80% de la biodiversidad mundial de plantas y animales y, por ello, su destrucción pone en peligro la supervivencia de muchas especies. Los bosques tropicales son el caso más extremo, debido a la gran cantidad y variedad de seres vivos y a las deforestaciones masivas que padecen.

Los recursos forestales juegan también un papel clave en el cambio climático. Los árboles son uno de los principales sumideros de carbono, al absorber el dióxido de carbono (CO2). Por ello, la deforestación causa hasta un 20% de las emisiones mundiales de CO2, una cifra similar a la generada por el sector del transporte, según datos del Banco Mundial.

Qué pueden hacer los consumidores

Todavía hay tiempo de actuar. Los bosques cubren más del 30% de todo el territorio mundial y contienen más de 60.000 especies de árboles, muchas de ellas todavía sin descubrir. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha calculado que para compensar la pérdida de árboles sufrida el decenio pasado habría que repoblar un área equivalente a la superficie de Perú con unos 14.000 millones de árboles anuales durante diez años consecutivos.

Los consumidores pueden contribuir a recuperar la masa boscosa del planeta de diversas maneras. La más activa es plantar un árbol con sus propias manos. La pionera en este sentido fue la Campaña de los mil millones de árboles, promovida por la Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai.En España, iniciativas como las de la Fundación Más Árboles, Apadrina un árbol, Acciónatura, Ecologistas en acción o Arba también instan a los ciudadanos a que contribuyan a la reforestación del planeta. Otra opción es ayudar a las asociaciones ecologistas o que trabajan con árboles, aprender más sobre ellos y apreciar su importancia, o denunciar posibles casos de talas indiscriminadas o cualquier otro problema que les afecte.

Los consumidores también pueden presionar a las instituciones para que emprendan medidas que defiendan los bosques, como la creación de espacios protegidos y corredores entre estas áreas, el apoyo a prácticas eficientes y una gestión forestal sostenible o la repoblación con especies autóctonas de las zonas deforestadas.

Pueden asumir hábitos de consumo que eviten la utilización insostenible de los bosques. Se puede empezar por aplicar las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) en los productos procedentes de la madera y otros involucrados en la deforestación, como los combustibles o los productos agroganaderos. También es posible consumir productos con etiquetas ecológicas (en el caso de la madera, el sello FSC) o realizar actividades de ecoturismo.

Mensajes clave: los bosques para la gente (FAO)

Bosques 2011 es una celebración de la función importante que cumplen las poblaciones en la ordenación, conservación y desarrollo sostenible de los bosques del mundo. El Año pondrá de relieve las múltiples funciones que desempeñan los bosques en nuestras vidas: proporcionan refugio a las poblaciones y hábitat a la biodiversidad; son una fuente de alimentos, medicinas, aire puro y agua limpia; y constituyen una parte fundamental de la ecuación para mantener un medio ambiente y clima mundial estable. En conclusión, los bosques son vitales para la supervivencia y bienestar de las personas de todo el mundo, que alcanzan los 7 mil millones.

Los bosques y el aire

  • Más del 40 por ciento del oxígeno del mundo lo producen los bosques pluviales.
  • Los bosques contribuyen al equilibrio del oxígeno, del dióxido de carbono y de humedad en el aire.

Los bosques y el agua

  • Un árbol libera 8-10 veces más humedad en la atmósfera que el área equivalente en el océano.
  • Los bosques protegen las cuencas hidrográficas que suministran el agua dulce a los ríos.
  • La pérdida de los bosques puede afectar los regímenes de lluvias a nivel mundial, especialmente en las principales regiones productoras de alimentos en América latina, en la región central de EE. UU. y en Asia Central.
  • La deforestación origina la erosión de los suelos y la sedimentación de los ríos que reduce el acceso al agua limpia.

 Los bosques y la biodiversidad

  • Los bosques hospedan más del 80% de la biodiversidad terrestre.
  • Sólo en la cuenca del Amazonas, más de 1 300 especies de plantas forestales se utilizan para fines medicinales y culturales.
  • El 12% de los bosques del mundo están designados para la conservación de la diversidad biológica (FRA 2010).
  • La deforestación de los bosques higrofíticos cerrados puede contribuir a la pérdida de hasta 100 especies por día.

 Los bosques crean resiliencia a las catástrofes naturales 

  • Casi 330 millones de hectáreas de bosques están designados para la conservación de los suelos y el agua, la protección contra las avalanchas, la estabilización de dunas, la lucha contra la desertificación y la protección de las costas. (FRA 2010)
  • Los manglares actúan como una barrera contra los tsunamis, ciclones y huracanes.
  • ‘Gran Muralla Verde del Sahara’ La Unión Europea y la Unión Africana implementan un proyecto para crear una ‘gran muralla verde’ de árboles a través del Sahara para hacer retroceder la desertificación y garantizar la agricultura y los medios de subsistencia en la zona sahelo-sahariana.

 Los bosques y la tierra

  • Los bosques abarcan el 31% de la superficie terrestre mundial
  • Los bosques y la cubierta forestal contribuyen en la lucha contra la degradación de la tierra y la desertificación, estabilizando los suelos, reduciendo la erosión hídrica y eólica y manteniendo el ciclo de los elementos nutritivos en los suelos.

 Los bosques constituyen una parte esencial para la solución del cambio climático

  • El carbono en los bosques excede la cantidad de carbono actualmente presente en la atmósfera.  FRA 2010 estima que los bosques del mundo almacenan 289 gigatoneladas (Gt) de carbono sólo en su biomasa.
  • El 17,4% de las emisiones de gases de efecto invernadero deriva de la deforestación y la degradación de los bosques.
  • Los bosques ofrecen el medio más rápido, más rentable y más grande de reducción de las emisiones mundiales. Si redujéramos a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero el mundo se ahorraría aproximadamente 3,7 trillones de dólares EE.UU. entre 2010 y 2200 (The Stern Review on the Economics of Climate Change, 2006).

Bosques sanos, personas sanas

  • Los bosques tropicales proporcionan una vasta selección de plantas medicinales utilizadas en medicamentos y la asistencia sanitaria, por valor de 108 mil millones de dólares EE.UU. por año.
  • Más de una cuarta parte de las medicinas modernas proceden de las plantas de los bosques tropicales.
  • Los bosques pueden contener las enfermedades infecciosas. Los bosques tropicales inalterados pueden tener repercusiones sobre las enfermedades transmitidas por animales e insectos:
    • El 40% de la población mundial vive en regiones infestadas por la malaria. Las superficies sumamente deforestadas pueden tener un riesgo de infección de malaria 300 veces superior que las zonas de bosques intactos.
    • El 72% de las enfermedades infecciosas emergentes transmitidas de los animales a los seres humanos procede de la fauna silvestre en contraposición a los animales domésticos. Las superficies deforestadas aumentan el contacto entre la fauna silvestre y los seres humanos y potencian la transmisión patógena.

 Los bosques son nuestros medios de subsistencia/nuestra riqueza

  • 1,6 mil millones de personas en todo el mundo depende de los bosques para la consecución de los medios de vida y las necesidades diarias de subsistencia.
  • El valor bruto añadido en el sector forestal es 468 mil millones de dólares EE.UU..
  • El comercio mundial en productos madereros principales es 235 mil millones de dólares EE.UU..
  • Los bosques tropicales suministran servicios de polinización a la agricultura por el valor de 12 mil millones por año.
  • Dado que más de mil millones de hectáreas de superficies degradadas en todo el mundo son apropiados para la restauración del paisaje forestal, la ordenación forestal de base comunitaria podría ser incorporada en otras actividades económicas rurales existentes.

 

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