Mejorar la Convivencia

Que importante las posibilidades que se abren para construir nuevos valores y modelos que transformen nuestra vida para bien, pero indudablemente hay otras negativas, como la resistencia, el miedo y la incertidumbre que se producen ante cualquier crisis. Desgraciadamente, estas últimas parecen traducirse en un aumento significativo de la violencia de género, sin que de momento dispongamos de líneas educativas eficaces para transformarlo.

Es cierto que corresponde a toda la sociedad arbitrar medidas para evitar la  violencia, pero no lo es menos que la educación, que es el mejor recurso con que contamos para prevenirla. Sin su gran  labor educadora la sociedad quedaría inmersa e indefensa y a merced de influencias, en muchos casos nefastas, como la de algunos medios de comunicación que constituyen  ídolos y personajes siniestros o unas familias que se declaran impotentes ante la multitud de mensajes contradictorios que cada día reciben y que demandan ser guiadas por las instituciones educativas. De hecho, en cualquier intento sólido de construir un modelo de relaciones sin violencia se hace imprescindible la colaboración y el apoyo educativo.